Libro de visitas

Este espacio es maravilloso, alque todos podemos tener acceso desde el lugar en que nos hallemos. Felicito a su creador en la creencia que una manera de hacerlo es aportando lo que cada uno pueda hacer a fin de compartir conocimientos relativos a la situación que nos une que es la jubilación. El ser jubilado es un estado etario y social que imprime ciertas características al sujeto y que lo perfila en el quehacer cotidiano. Dentro de ese quehacer se halla una dimensión relacionada a la ocupación del tiempo que antes utilizábamos para trabajar. Algunos/as encontraran una tarea remunerada, otros filosofan, pintan, en fin van ocupando esas lagunas que van quedando con el tiempo. En mi caso intento recrear mis ideas jugando, dibujándolas a la sombra de alguna rima escrita para alegrar el ánimo gastado y generar opiniones en los que amamos la vida. Debido a mi actividad de Asistente Social desconozco leyes y manejos económicos que con toda sapiencia aportan algunos/ compañeros jubilados: Lo único que puedo aportar es algunos de mis escritos que surgen del amor por el prójimo y mis sentimientos a las vivencias pasadas. Así es que hoy les envío este poema para compartir
con todo cariño.
Soñando que soñaba

En esas tardes indecisas del invierno pasado
hallé entre mis apuntes, borrosas señales de sueños juveniles

Alguna vez pensé que el tiempo se ocupaba
de su lenta agonía cuando algunos derrumbaban

Hoy descubro que en ese acontecer su contenido vibraba
en las sombras del amanecer venidero cuando otras se cumplían

Y en esas sombras enriquecidas de tradición,
mensajes y amor de sueños pasados

Se cobijarán los hijos, los nietos y los que vienen
para construír los sueños futuros.

El sueño no perece, se transforma, se actualiza
Se incluye en la sonrisa de un niño que nace

Perfuma el jardín de la flor que despierta
Hoy vivo mi sueño, la realidad es hoy

Los sueños son un mañana, mañana es el futuro
Y en ese futuro estaré, con mis amigos, con mis amores

Con mis libros, con ilusiones
Como antes, como siempre…soñaré
Orlando Fiorito