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Un pequeño análisis de “no percibir los haberes jubilatorios en tiempo,forma y cantidad establecida, como indicador de maltrato

Atento a las situaciones de incertidumbre vividas recientemente con respecto a este tema, que no es nuevo ni patrimonio de una Provincia, ni de una época ni de un partido político sino que se construye en la confluencia de diversas variables, es que por encima de mi lectura subjetiva de mi propia experiencia personal, de las observadas a través de los años en otros jubilados, pensé que es hora de comenzar a escribir nuestra realidad.

Para introducirnos lentamente en esta cuestión estimo conveniente no olvidarnos que una de las razones que condujeron a la instauración del sistema jubilatorio fue la voluntad de transformar el comportamiento de los individuos. Los comportamientos espontáneos no parecían dirigirse hacia una situación socialmente deseable caracterizada principalmente por la presencia constante de una pobreza alarmante en los ancianos.

Se detectan diferentes efectos jubilatorios y se hace sumamente dificultoso su medición, pero lo que se puede afirmar sin lugar a dudas es que lo mas resaltante surge entre los períodos de crisis y los de expansión económica de donde surgen efectos perversos y efectos positivos.

Para estructurar un pequeño marco referencial, consulté material de María del Carmen Fernandez Alonso, del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de Barcelona.

Maltrato al anciano
La primer Conferencia de Consenso sobre el anciano maltratado en España en 1995 define al maltrato del anciano como: “cualquier acto u omisión que produzca daño intencional a personas de 65 años o más que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional que vulnere o ponga en peligro la integridad física, así como el principio de autonomía o el resto de los Derechos fundamentales del individuo, constatable objetivamente o percibido subjetivamente.
Dentro de los distintos tipos de maltrato me interesa remarcar lo siguiente:

Negligencia física
Es no satisfacer las necesidades básicas del anciano, como ser vivienda, seguridad, tratamiento médico, etc.

Maltrato Psicológico
Es la manipulación, intimidación, amenazas, humillación, violación de sus derechos, etc.

Abuso económico
Impedir el uso y control de su dinero, etc.

Consecuencias psicológicas
Tristezas, trastornos emocionales, sufrimiento, depresión, ansiedad, ideación suicida, somatizaciones,etc.

Consecuencias sociales
Aislamiento físico, psicológico y/o social. Uno de los factores de riesgo y vulnerabilidad es cuando el anciano por no percibir sus haberes jubilatorios, depende económicamente de otros, ya sea para solventar gastos de su propio mantenimiento, medicación y/o vivienda. Concretamente esta situación de no percibir sus haberes jubilatorios en tiempo, forma y cantidad establecida es compatible con maltrato institucional, conforme el marco teórico observado desde una perspectiva ecosistémica.

Las conclusiones finales quedan por su cuenta. Lo importante es que conozcamos que nos hacen y quienes, construír un diagnóstico para juntos armar un plan de acción preventivo que nos permita continuar nuestra vida como la planificamos alguna vez.

Bibliografía consultada

1- Kessel Sardinas H y col. Primer Conferencia Nacional de Consenso sobre el anciano maltratado. Revista Especializada en Geriatría y Gerontología. 1996.31 (6) 367-372
2- Marín N. Delgado J.L.Sindrome del maltrato y abuso en el anciano. Revista Especializada en Geriat. y Gerontología. 1991.26. 1:40-46


Lic. Orlando Fiorito